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𝟎𝟔|     bleeding wounds










tw: abuso sexual, depresión, mención de sangre.










LA PEOR PARTE ERA DESPERTAR AL DÍA SIGUIENTE SINTIÉNDOSE COMO SI UN CAMIÓN LE HUBIERA PASADO POR ENCIMA, después de las graves secuelas como las que habían dejado la fiesta de Kappa Omega ese jueves, la luz del día era algo dañino para los ojos al momento en que se levantó de la comodidad de su colchón para arrastrar los pies por encima de la alfombra hasta el baño fuera de su habitación mirando su reflejo en el espejo media adormecida. Tenía la boca seca, y el rímel que le había puesto su hermana sobre las pestañas la noche anterior había terminado sobre sus mejillas manchando su rostro de un negro intenso más difícil de sacar al ser a prueba de agua. Pareció una escena digna de «La noche de los muertos vivientes» para cuando cruzó el pasillo hasta la cocina, abriendo el refrigerador entre gruñidos antes de sacar la botella de agua helada que tuvo que beber al instante para poder recuperar la sensación de su boca, algo parecido a haber bebido agua en medio de un oasis luego de días de vagar por el desierto; eso se comparó con la deshidratación que significó beber alcohol como si nunca en su vida hubiera asistido a una fiesta.

En la comodidad de un gran suéter blanco que había tejido su abuela y unas bragas con estampado de Hello Kitty, comprobó la hora en el reloj del comedor para agradecer que Alina no se encontraba en casa por tener la mayoría de sus clases importantes el viernes, y gracias a eso en específico, tenía la casa para ella sola en una de sus buenas sesiones de procrastinar en silencio hasta último minuto — por lejos el mejor regalo con todo el dolor de cabeza que tenía.

Tomó una aspirina mientras se maldecía por no haber estado lo suficientemente lúcida mentalmente como para haberse desmaquillado durante la noche en un intento de «cuidar su piel» como siempre le recordaba Helen. La verdad es que el haber conocido al hermano mayor de su amiga había dejado consigo muchas sensaciones que no se vio capaz de definir en una sola en específico, y no sabía bien si es que se trataba de esa disculpa inesperada y sutil sobre su actitud, o la manera media burlesca en que se despidió diciendo California como si se hubiera sido un motivo de diversión, pero definitivamente se encontraba a sí misma sumergida en una agradable sensación de misticismo por esas actitudes tan dignas de un familiar de la única e inigualable Renesmee Cullen.

El contacto helado del piso contra sus pies le enviaba escalofríos que viajaban por su espina dorsal creando el inevitable impulso de querer volver a la cama para dormir por lo menos una hora más antes de tomar una ducha para ir al trabajo, no obstante, se había hecho la promesa personal de no volver a dormir con la cara embarrada en maquillaje como ayer y estuvo dispuesta a cumplirla, al menos hasta el momento en que entró a la habitación de su hermana para tomar el desmaquillante y la vio durmiendo plácidamente sobre su cama con las sábanas medio esparcidas por el suelo mucho más cómoda de lo que ella estaba en ese momento. Su entrecejo se frunció en desaprobación, dejando de lado el maquillaje de su rostro para observar la evidencia de su cansancio en el piso de su habitación.

"¿Qué estás haciendo aquí?" su molestia fue notoria mientras levantaba las latas de cerveza del suelo "¿No que tenias un ensayo importante?" la chica se removió entre las sábanas al notar la voz de su hermana mayor, estirándose con una gran mueca de diversión en su rostro para volver a acomodarse dándole la espalda "Alina—" la movió impaciente "¿Hiciste el ensayo siquiera?"

"Estás hablando muy fuerte" se quejó aún adormilada "Ya lo envié por correo"

"No me jodas" lo entendió en el segundo "Dijiste que no ibas a salir"

"No lo hice"

"¿Vino gente a la casa?" el enojo fue creciendo de apoco, acumulándose en su interior mientras abría las cortinas de par en par de manera vengativa, dejando que la luz blanca del día medio nublado llenara su habitación en segundos  "Tienes clases idiota, las que más te interesan, levántate"

"No te pongas mal, se fueron temprano" gruñó mientras enterraba la cabeza debajo de la almohada ante la luz de afuera "Solo tengo una clase más y no es tan importante, no seas aguafiestas y déjame dormir"

"No vengas con mierda" murmuró saliendo con las latas de cerveza vacía "Abre la ventana por lo menos — Huele como si hubieras escondido un cadáver aquí adentro"

Cerró la puerta no sin antes tomar las toallas desmaquillantes de encima de su escritorio. Ahora que volvía en sus pasos hacía el pequeño comedor de la casa y notaba su alrededor más despierta, podía notar el desorden que había quedado sobre el sofá y los vasos sucios sobre la mesa que delataban la sutil reunión que había tenido su hermana antes de que llegara — la odiaba, con cada fibra en su cuerpo. Le molestaba saber que no había podido dejar el espacio que ocupaban entre las dos un poco más limpio con la poca paciencia que ya tenía sumándole la resaca; y mientras pasaba la toalla desmaquillante por sobre sus ojos, llegó a la conclusión que no iba a limpiar la basura de los supuestos amigos inútiles de su hermana.

Tenía que ponerse al día con Rene y hacer cosas mucho más interesantes que arreglar todos los desastres que Alina dejaba por donde fuera, y prefería que captara el mensaje por su cuenta para dejar todo como estaba antes de invadieran la casa como parasitos.


Volvió a su habitación con una enorme botella de agua que bebió mientras se lanzaba a la cama y tomaba su teléfono para revisar los múltiples mensajes que Rene le había enviado antes de llamarla para reclamar sus mentiras, presionando el botón de altavoz a lo que se volvía a acomodar entre medio de las sábanas.

"¿Realmente te estás despertando a las 2:30 de la tarde?" su voz a sonó incluso energética al otro lado de la línea "O me estabas ignorando por que te di el número de mi hermano en vez del de Alice — Perdóname Phi, ya no estaba soportando la tensión luego de cada Jueves"

"Recién desperté" respondió "¿Por qué suenas tan bien? Ayer estabas al borde de la muerte"

"Es que tuve un desayuno reponedor" aseguró, y pudo escuchar risas en el fondo que pasó por alto "¿Tú no tenías trabajo?"

"A las 4" comentó mientras cerraba los ojos cansada, apoyando su mejilla contra la almohada "Aún sigo molesta contigo, por tenerme en pánico al vomitar y luego por ponerme en un viaje incómodo"

"Yo no diría que fue un viaje incómodo para ninguno de los dos" contraatacó su amiga inmediatamente "Algo recuerdo entre medio de mis lagunas mentales, pero ahí está claro, no se escuchaba nada incómodo"

"No jodas" pidió arrugando la nariz ante su comentario "Parece agradable, digo, mientras tu estabas en la quinta dimensión tuvimos toda una charla"

"Apuesto que tu también le pareces agradable"

"Eres un dolor en el culo Ren" pasó la mano por sobre sus ojos, restregándolos con algo de impaciencia al desear alejar el sueño que comenzaba a invadirla, si bien ignoraba por completo los planes cupido de su amiga, creía que era algo positivo para sus clases cuando haría cualquier tipo de trabajo grupal con el único tipo en la clase que hacia comentarios interesantes "¿Tus padres se dieron cuenta que estabas al borde del coma?"

"Creo que sí, mi papá" habló en voz baja sin querer que la escucharan "Pero no dijo nada, lo dejo pasar"

"Profesional" la felicitó mientras agradecía mentalmente el esfuerzo que debió haber puesto Jasper para que no fuera descubierta, una promesa era una promesa después de todo "Me alegra que al menos tu estes bien, yo siento que estoy muriendo"

"Hablando de muertes, quiero agradecerte por lo que hiciste por mi anoche" "Pocas amigas limpian tu baba después de vomitar — gracias por eso, So"

"No es necesario ponerse emocional ahora, lo hubiera hecho por cualquiera" murmuró fingiendo una arcada, inmediatamente cambiando el tema algo incomoda "Alina se quedo en casa y debería hacer lo mismo, evadir mis responsabilidades y no ir a trabajar"

"Dúchate y ve a ganar dinero para esa batería que quieres" le reprochó, y supo que tenia razón mientras tapaba su cabeza con las sábanas "Tu puedes, corazón" — "Tengo que dejarte, Emmett esta jodiéndome"

"¿Vas a ayudarme con la tarea de Introducción el domingo?" le preguntó rápidamente, queriendo asegurarse antes de cortar.

"Sí, sobre eso — ¿Crees que pueda quedarme a dormir?"

"Claro, no hay problema"

"Genial, nos vemos el domingo entonces" se despidió al cortar, mirando al techo media pensativa por varios minutos luego de que el silencio volviera a llenar el espacio de su habitación ya ordenada y mucho más bonita de lo que fue al mudarse. Había pegado unos cuantos posters en la pared frente a su cama y ahora su laptop estaba sobre el escritorio cerca de la puerta, el closet de madera oscura habia servido para guardar perfectamente la ropa que traía manteniendo un parlante cuadrado cerca de la ventana como si hubiera esperado en cualquier momento poner la música a todo volumen. Se sentía más en casa de alguna manera, con una organización parecida a la de su cuarto en Sacramento, una situación que solo buscaba confort.


No tenia muchas ganas de moverse en realidad, a pesar de que el único e inigualable Jasper Hale fuera a verla luego de trabajar — su cuerpo le dolía y la repentina actitud de su hermana la hacía no querer moverse a ningún lado. Odiaba tener esas tendencias medias Helen que tenía como si necesitara tener un tipo de control inexistente en la casa, pero las cosas por las que había pasado su hermana era algo que imposibilitaba no tener un dejo de preocupación por cada cosa que hacía.

La historia era algo incómoda de decir en voz alta, no la hubiera compartido con nadie por voluntad propia, y era por respeto a Lina junto a todas las malas memorias que un simple recuerdo le traía, no obstante, el tema la perseguía como un fantasma todos los días sin poder dejar de pensar en ella cada momento del día, preocupada como si hubiera sido su madre — Se atrevía a pensar que a su hermana le había tocado el lado más duro de la vida, que la habían golpeado en la mejilla noqueándola en una caída desde el cielo, como si hubiera sido un ángel al cual le cortaron las alas dejando rastros de sangre en el cielo. El corazón se le apretaba cada vez que recordaba el tema, una angustia que llenaba sus orbes de lágrimas y hacía latir su corazón con fuerza sin haber superado nada a pesar de meses de terapia en Sacramento.

Nunca juzgo las razones de Alina al querer irse de California, a pesar de que la hubiera odiado en silencio lo suficiente, nunca dudó en aceptar alejarse lo más posible de un estado que acarreaba consigo las peores pesadillas de su hermana por que sabía lo que había pasado, y jamás hubiera hecho algo para atarla a un lugar que había significado perder la privacidad de ella misma, de su cuerpo, su alma — Amaba a su hermana más que a nadie, más que a Fruit Punch y su madre, la amaba por encima de todo el mundo y le gustaba pensar que ella la amaba también, después de todo, Sophia fue la que estuvo ahí cuando todos sus amigos le dieron la espalda, cuando nadie le creyó, cuándo tuvieron que cambiarse de escuela por que ya no soportaba el ser juzgada al haber perdido el caso judicial. Cada noche de llanto, de inseguridades que crecieron en ella junto a ese brillo tan característico se desvanecía con cada rayo de sol que le había ofrecido su estado favorito, marchitándola como una flor a medio morir, tomándola de la mano para decirle que no estaba sola, llevándola religiosamente a cada una de sus sesiones con el psiquiatra.


La habían corrompido en todo sentido. Y en parte se culpaba por no haber estado con ella la noche en que su vida cambio tan abruptamente — Como cualquier adolescente salió con su grupo de amigas hipócritas a celebrar que los «Stars» había ganado el partido contra las «Gaviotas de East Coast" a una fiesta organizada por las porristas, y como ella no estaba remotamente interesada por el deporte, había preferido irse a fumar algo de hierba en medio de un mirador con Agatha y Lou olvidándose incluso de que tenía una hermana en ese momento. Como la sociedad esta llena de basura y una chica no puede emborracharse en paz, fue cosa de tiempo para que un par de chicos notaran su estado alcoholizado, aprovechándose que estaba sola por que sus amigas estaban ocupadas ligando, terminaron por llevarla a una de las habitaciones de la casa bajo la excusa que la acompañarian al baño para abusar de ella entre los dos aún cuando ella les pidió que pararan entre lágrimas.

En tribunales, Alina contó que despertó al lado de ambos al día siguiente adolorida, que se vistió como pudo entre la angustia y que varios la vieron subiendo sin consciencia alguna con un par de chicos mayores que ella a pesar de que nadie  hubiera testificado a su favor, contó que llegó a ducharse a la casa por esa sensación que la carcomía de estar sucia, de aún poder sentir las manos ajenas en su cuerpo en lo que se suponía iba a ser una velada divertida — sin embargo se desestimó al momento en que creyeron que había dado su consentimiento al momento de hablar con ella por varios minutos: por haber aceptado ir al baño. Le atribuyeron un «comportamiento salvaje y provocador» debido a su borrachera, categorizando como falso el primer caso de violación en el Instituto New Stars High en Sacramento, y por consecuencia metiendo a su hermana en un enorme espiral de tristeza que parecia no tener final.

Ella había estado en cada momento, cada juicio, había mirado a la cara a los dos depredadores sexuales que fueron respaldados por la escuela, por el mundo entero, de como le dieron la espalda a su familia, la desesperación, las miradas en los recesos que pasaba con ella, la forma en que hablaban a su espalda como si no se hubiera dado cuenta de lo obvio. Es increíble cómo un solo acto puede afectarte tan profundamente de un minuto a otro. Tanto que te vuelve otra persona, cambiándote en base a un problema que dejo marcas en ti.

Tuvo que cerrar los ojos con fuerza antes de que las lágrimas comenzaran a caer entre las malas memorias, viajo entre los recuerdos de su cabeza, las fotos que tuvo que tomar de los moretones en su cuerpo, su abdomen enrojecido por el fuerte agarre. Alina no había sido la misma desde entonces y comprendía que no iba a serlo en un futuro cercano; a mitad de semestre ese año cambiaron de escuela luego de que hubieran perdido el juicio legal, y tuvo que pasar un año completo luego de graduarse trabajando como mesera en un café para ahorrar lo suficiente como para ayudar a sus padres hasta que su hermana se graduara yéndose con ella a un lugar tan recóndito como Alaska.

Siempre sintió que estaba en deuda con ella, tal vez era la culpa de no haber ido a una estúpida fiesta de mierda, por que sabía que si hubiera ido podría haber sido como lo que le había pasado a Renesmee — sin separarse de ella en ningún segundo, siempre con ese miedo latente de no dejarla sola mucho rato por que no estaba en sus cinco sentidos. Hubiera estado ahí para ella, le hubiera servido agua y hubiera llamado a Agatha para que pudiera haber ido a buscarlas llevándola sana y salva a la casa, tal vez si hubiera ido, podría haber evitado ese dolor con el que su hermana cargaba día tras día, uno que lentamente Alaska iba mejorando.

La salida la había dejado nostálgica, por que no había motivo alguno para volver a revivir un proceso que le había costado su preciado Sacramento más que el haber experimentado una sensación parecida que no la tuvo tan consternada por lo hiperventilada que estuvo luego. Lavó su rostro con agua helada al salir de la cama, encendiendo la ducha mientras se dejaba llevar en un mar de muchos «quizá» que no se habían concretado. Lo único bueno que había hecho era haber aceptado irse con ella lo suficientemente lejos como para que corazón sanara, por que jamás le hubiera pedido quedarse luego de todo lo que había pasado — tal vez por eso siempre la puso por encima de ella misma. Si se había ido, era por que lo hacía para ella, acostumbrándose a un lugar tan contrario a sus gustos incluso sufriendo los estragos de su mal humor seguido, cuando le costaba trabajo admitir que tal vez había sido mejor alejarse de California por completo: de sus amistades medias falsas que no le hablaron nunca a pesar de haber prometido no perder el contacto, de los problemas de Helen y su novio de momento; le había traído cosas buenas en el fondo, por que Ren se había convertido en una parte importante de su vida diaria, y dudaba poder haber resistido los tediosos vientos helados de Alaska sin ella a su lado.

Era por su hermanita menor.


Pasó la mano por su rostro mientras arrugaba la nariz, estaba sobrepensando las cosas de cualquier manera, y eso no traía nada bueno. Su cabeza iba a explotar en cualquier minuto, y necesitaba otra aspirina.












Tuvo que bajar el volumen de la música en la tienda a pesar que cantara por lo bajo por la amenazadora jaqueca que la amenazó al llegar, pero «No Doubt» sonaba por los parlantes instalados en la tienda mientras apoyaba las manos sobre el mesón sosteniendo su peso contra el vidrio antes de dejarse caer luego sobre el estante agotada. El frío hacía que anocheciera rápido oscureciendo el cielo de azul marino iluminado por las estrellas que se alzaban en un manto de luces brillantes, como si hubieran estado hechas para ser observadas desde su ventana esa misma noche. La tienda estaba vacía y Marva le había dejado las llaves de repuesto para cerrar el local yéndose a casa temprano, ahora esperaba a que dieran a las ocho en punto para poder volver a casa en lo que lejos había sido la tarde más eterna de su vida.

Había ordenado los discos alfabéticamente de al menos cinco secciones, vendido tres discos distintos e incluso discutido con un cliente el por qué «Hole» era mucho mejor y más revolucionario que «Nirvana» por lo menos durante quince minutos antes de que el cliente abandonara la tienda molesto, y lo llamaba un día atareado. Había estado deseando volver a casa desde que llegó, y en el fondo de su corazón esperaba que Jasper no fuera a hablarle por mensaje ya que estaba lo suficientemente destruida como para haber podido entablar una conversación con posiblemente, el hermano más guapo de su amiga.

Veinte minutos antes de las ocho, la campanilla de la puerta sonó haciendo que se levantara del mesón inmediatamente a punto de quedarse dormida, saludó al grupo de chicos que entraba por mera educación, sin embargo, no pudo evitar tener esa sensación en su pecho como un sexto sentido que le decía que no eran personas muy buenas por debajo de las miradas medias complices entre ellos y risas que veía en los documentales de Discovery Channel sobre psicópatas, mientras erigía la espada sobre el asiento azul más despierta, el ambiente se tornaba mas denso al momento en que entraban, mirando en dirección a las personas que ahora llenaban la tienda repartidos en distintos espacios — tres chicos y dos chicos que la intimidaron bastante estando sola, tanto que terminó por hacer un elaborado plan de emergencia por si es que llegaban a robar algún disco que definitivamente iría descontado de su salario, uno que consistió en tomar la enorme tijera del mostrador para su defensa personal.

"¿Eres la hermana de Alina no?" pudo escuchar la pregunta con las cinco personas mirándola ahora directamente. ¿A ellos qué les importaba si era su hermana? — ¿Eran amigos de Alina? ¿Se estaba juntando con ese tipo de gente? "Eres guapa"

"Tiene mal humor, Lex" su entrecejo se frunció en molestia cuándo escuchó hablar al segundo chico "Ya nos advirtió su hermana"

"Pero es más linda que ella" su gusto era dudable, de las dos, era ella la que parecía la adoptada de la familia siendo Alina por lejos la más bonita de las dos "Podrías salir más con ella así te vemos de ves en cuando"

"¿Van a comprar algo?" preguntó desde el mostrador en voz alta, lo suficiente como para que se escuchara por sobre la música "Si no, creo que es mejor que se vayan. Queremos clientes, no parásitos de música"

"¿Quién rayos te crees?" la chica de cabello azul saltó desde una de las esquinas con enojo, mucho más que el que ella había expresado "Voy a —,"



"¿Sucede algo malo, California?" se cayó ante la repentina interrupción, y sinceramente, pensó que estaba en problemas hasta que lo vio en el umbral de la puerta con una media sonrisa hablándole directamente a ella, como un rayo de sol en plena medianoche en el minuto que toda su atención se fue a Jasper Hale parado en la puerta de Maggie Records como si hubiera sido lo más normal del mundo, llevando tres libros bastante gruesos entre las manos que supuso eran los que habían hablado en el camino a casa.

Más tranquila, negó — "No es nada, clientes que ya se iban"


La tensión fue palpable en el aire, en la mirada del grupo de chicos que parecía chocar en una pelea intensa contra la mirada de su más reciente amigo parado en medio de la disquera, como si hubiera estado dispuesto a lanzarse encima de todos para noquearlos como si fuera un personaje de Street Fighter. Rápidamente abandonaron la tienda luego de que uno de los chicos les dijera que era mejor irse para no meterse en problemas, y levantó su dedo del medio al tal «Lex» cuándo este se dio vuelta a mirarla al salir, podiendo volver a respirar en el minuto que la campanilla de la puerta volvió a sonar pero estaba vez indicando la salida del más turbio grupo de amigos que su hermana había tenido en la puta vida.

"¿Estás bien?" preguntó detrás del mostrador, y quizo preguntarle cómo era que había llegado tan rápido a donde estaba cuándo había estado bien parado en la mitad de la tienda bastante lejos de ella "Creí que estabas en problemas"

"Sí, gracias" murmuró tomando del agua que había traído "Son amigos de mi hermana"

"Parecen agradables" pudo detectar la ironía por encima de su tono neutro.

"Amistosos" agregó de forma sarcástica, haciéndolo reir  "¿Cómo sabías que trabajo aquí en todo caso? No recuerdo haberlo dicho ayer"

"Me dijo Nessie" el apodo era algo nuevo, pero le gustaba más como le decía ella siendo preferido por Rene misma "Espero no te moleste, era para traerte los libros"

"No, no pasa nada" dijo "En serio agradezco que me los prestes, puedo devolvértelos el Jueves durante las clases"

"No te preocupes" la verdad es que Jasper sabía que podía defenderse bastante bien por su cuenta, que le hubiera respondido sin una pizca de miedo a la chica que le había hablado de manera tan déspota en la esquina de la habitación. Sophia no era torpe, ni mucho menos alguien que necesitaba ayuda como si hubiera sido una damisela en peligro, el tema iba más hasta donde hubieran sido capaz de llegar "Pareces bastante capaz de no destruir unos libros"

"Soy bastante capaz de muchas cosas, te sorprenderías"

"Contaba con ello, Sophia" mordió el interior de su mejilla al escucharlo "No lo dudaba"

"Eso es bueno" dijo rápidamente "Oye, antes de olvidarlo — Gracias por ayudar a Ren ayer, ya sabes, para no ser descubierta" podría ser una situación simple, pero no iba a dejar escapar ningún detalle.

Del otro lado del mostrador, las comisuras de sus labios se estiraron en una sonrisa que se quedó mirando varios segundos en el silencio, distinta a la de su hermana pero con una semejanza que aún lograba descifrar, tanto que a veces le hacia preguntarse si en realidad eran adoptados.

"No fue nada" le gustaba la forma en que su voz se acentuaba de maneras tan distintas a la suya "¿Te veo en clases?"

Pareció empujarla fuera de un trance mientras asentía con obviedad — "Sí, sí" respondió "No puedes fingir que no existo a estas alturas"

"Nunca fingí que no lo hicieras, California"


No alcanzó a responderle nada pues el sonido de la campanilla interrumpió sus palabras mientras salía del local pasando por afuera hasta perderlo de vista completamente. Se quedó mirando los tres libros que le había llevado, preguntándose como era que lo hacía para salir de todas partes tan rápido cuando ella ya se demoraba en llegar a su auto afuera de la tienda. Al cerrar la puerta de entrada con llave, volvió a su asiento detrás del mostrador para apoyar su mejilla sobre el primer tomo de «Tribus indígenas: Guía Resumida» a lo que dejaba escapar un suspiro.


Concluyó como análisis del día, que comería pizza al llegar a casa.






este capitulo me da mucha penita por que cuenta más sobre la historia de Alina y el por que se fueron de Sacramento escapando tan lejos, aaaa al mismo tiempo siento que no es tan bueno por que es un tema que igual me cuesta escribir siendo tan actual y fuerte para muchas mujeres — qué les pareció? lxs leo con mucho amor.

agradezco que esten saliendo del clóset fantasmal por si acaso! espero sigan revelándose, votando y comentando haciendome saber sus opiniones — aprecio mucho su apoyo <3

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